Pastel / papel
50 x 47 cm
FDL004
A la vigésimosexta exposición en la Escuela Nacional de Bellas Artes, inaugurada en el marco de las Fiestas de la Consumación de la Independencia, en septiembre de 1921, Díaz de León remitió trece obras. Un platón verde colmado de frutas (entre ellas papaya, guayaba, manzana, mango), asimétricamente colocado sobre un mantel azul, focaliza nuestra atención. Las formas de la fruta no sufren mayor distorsión, no así el mantel que, al igual que en un cuadro de Cézanne, se ve sometido a una suma de pliegues y alteraciones cromáticas totalmente inverosímiles, cuyo propósito compositivo resulta evidente. Se trata, en efecto, de proporcionarle un fondo contrastante y armonioso al motivo frutal; pero también, de unificar el plano pictórico concebido como una suma de colores y texturas obedientes a una lógica constructiva que se imponía sobre la realidad ?objetiva?. De esta manera, la estructuración de las formas y la construcción del espacio, como tarea primordial del artista, se anteponían a la recreación sensorialista en que los impresionistas se gozaban. Así Díaz de León satisfacía (acaso sin saberlo), el tenaz propósito de Cézanne de darle al impresionismo la solidez del ?arte de los museos?.
Ex Libris Luis Ignacio Helguera ,
Grabado en metal
Papel: 22.2x16.3 cm
FDL__0002
La hija del tapicero, 1925
Grabado en madera de pie
Papel: 26.3x19.7 cm
FDL__0221
Capitular P con casita,
grabado en madera de pie
lo mismo que el papel
FDL__0731
Ruina- otra vez la burra al trigo, 1939
Grabado en madera de pie
9.8x13
FDL__0164
Después- Se lo llevó la huesuda, 1939
Grabado en madera de pie
9.9x12.9
FDL__0172
Retrato del historiador Clavijero, 1929
Grabado, madera al hilo
23.6x18
FDL__0246