Modernistas y simbolistas

La transición al siglo XX

El final del siglo XIX y el principio del siglo XX se vieron envuelto por una atmósfera pesimista y densa, donde los artistas, literatos y músicos plasmaron una gran nostalgia y fatalismo con respecto a su tiempo.

Los intereses e inquietudes de algunos artistas empezaron a cambiar. Se inclinaron por corrientes internacionales, mirando así más allá de sus fronteras y creando de forma simultánea con artistas de otras partes del mundo, sobre las mismas preocupaciones. siendo así, afines al modernismo o al simbolismo. Ambas corrientes evoluciones del romanticismo europeo.

Los modernistas, denominados así de una manera peyorativa, para referirse a la nueva generación de escritores, llamándolos decadentes, amanerados y extranjerizantes. Fueron escritores en su mayoría poetas que tenían como temas frecuentes la alusión de culturas lejanas. Se caracterizaban por su deseo de ser cosmopolitas y trascender la realidad en la cual vivían, centrados en la miseria del espíritu, la tristeza o preguntas existenciales. Julio Ruelas y Roberto Montenegro se identificaban con estas ideas y escritores como Rubén Dario y Amado Nervo, a quienes les ilustraron sus poemas en la Revista Moderna.

El simbolismo fue también una corriente literaria y artística. Se centraba principalmente en el misterio y el misticismo. La mujer fue un tema común, es aquí cuando surge la visión de la femme fatale la cual aprovecha su belleza y atributos para dominar al hombre, dejando ver a simple vista su delicada e indefensa apariencia. Tomaban imágenes de culturas exóticas, ya sea europeas, de Oriente o pertenecientes a otras épocas, también recurren a la mitología para plasmar escenas en sus cuadros. Cada elemento tiene una razón de ser en estas composiciones en México Angel Zarraga es el que se vio más interesado en esta corriente artística.