Nacido el 1 de octubre de 1927 en Buenos Aires, Argentina, Kasuya Sakai fue un artista plástico y diseñador que también incursionó como locutor de radio, crítico, traductor y editor.
En 1934, sus padres, quienes eran de origen japonés, deciden volver a su país en donde Kasuya Sakai estudia hasta la licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Waseda en Tokio. En 1951, regresa a Buenos Aires como Agregado Cultural por la Embajada de Japón en donde comienza a trabajar como traductor del japonés al español y viceversa, a la par que comienza a pintar de manera autodidacta. Tan sólo un año después presentaría su primera exposición individual en la galería La Cueva. En 1955 se presenta como curador de la exposición Estampas japonesas y su figura ya no sólo se limita a la de un creador sino que también funge como promotor pues en ése mismo año funda la Asociación de Arte Nuevo la cual que agrupaba a artistas independientes abstractos concretos y libres. En 1956, todavía en Buenos Aires, funda el Instituto Argentino Japonés de Cultura y dos años más tarde comienza a dar clases en la Universidad de Buenos Aires.
En lo referente a la pintura se mantuvo principalmente en el arte abstracto, influido por el arte concreto que en Argentina ya realizaban Tomás Maldonado y Lidy Prati. En esta etapa sus trazos dinámicos hacen referencia a la caligrafía japonesa. En 1958 expone por primera vez en la Galería Bonino de la capital argentina. Dos años después está presente en el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina dentro de la exposición de El Grupo de los Cinco al que pertenecen, además, Fernández Muro, Sara Grilo, Miguel Ocampo y Clorindo Tesla. Tras haber consolidado una trayectoria en Argentina y haber fundado y dirigido la orientalista Colección Asoka de la Editorial Nuevo Mundo junto con Osvaldo Svascini, decide emigrar a Nueva York.
En 1965 llega a México y se vincula con la llamada Generación de la Ruptura, a la cual pertenecieron Lilia Carrillo, Fernando García Ponce, José Luis Cuevas y Vlady entre otros, a través del Salón de Independientes organizado en 1968. Es durante su experiencia en México que el artista comienza su producción geometrista, estilo del que se le considera precursor y que junto con el muralismo son dos de las aportaciones de dicho país a la Historia del Arte. Es uno de los fundadores de la revista Plural, en la que colabora como jefe de redacción y director artístico de 1972 a 1976 al haber sido incorporado por Octavio Paz a su equipo. También en 1976 participa en la exposición El Geometrismo Mexicano en el Museo de Arte Moderno, exposición que reunió además el trabajo de Gunther Gerzso, Mathias Goeritz, Carlos Mérida, Manuel Felguérez y Vicente Rojo.
En México reside de 1965 a 1977, años en los que expone constantemente, de igual manera lo hace en Estados Unidos, España y Costa Rica. En esta época abandona paulatinamente la pintura gestual y se inclina hacia una abstracción de formas geométricas, de brillante cromatismo, ritmos sincopados y trazos oblicuos. Además de los museos argentinos, conservan sus obras el Museo de Arte Moderno de Tokio, Japón; Río de Janeiro y Bahía, en Brasil y el Museo Universitario de Austin, Texas en donde muere en 2001.