Temple y atl colors / masonite
100 x 125 cm
GM030
Los estudios de vulcanología del Dr. Atl lo llevaron a instalarse por un tiempo considerable en las faldas del Popocatépetl, lugar que exploró incontables ocasiones. En esta panorámica, que se equipara con las vistas fotográficas de los volcanes realizadas por el fotógrafo norteamericano William Henry Jackson a finales del siglo XIX, se evidencia también su respeto por la convención del género. Atl recrea una independencia de primeros y segundos planos recurso que sugiere una distancia visual y realza los detalles paisajísticos como una especie de interludio para llegar a la magnificencia del volcán. De esta forma, los árboles, las ramas secas y un cerro pelado aparecen en un primer nivel y contrastan abiertamente con la montaña nevada. En sus múltiples observaciones sobre la actividad del volcán, Atl no dejó de lado la representación de la columna de humo y ceniza salida del cráter, ya que para él las fumarolas eran el significado mismo de la renovación natural. La superficie pictórica está conformada por masas y cuerpos sólidos casi geometrizados al tiempo de acentuar las gruesas y anchas pinceladas gracias a la aplicación del Atl Color, pequeñas barras compuestas a base de resina, cera y petróleo que daban lugar a una consistencia opaca y luminosa a la vez. Particularmente en esta vista, Atl se preocupa por una luz solar que proviene del horizonte, el cielo forma parte natural del entorno del volcán, pero no ocupa un lugar protagónico. Los volúmenes, las líneas y las estructuras triangulares de los montículos aledaños determinan de manera contundente los límites espaciales. La llanura está pintada en tonalidades pardas, ocres y grisáceas, mientras que el firmamento está realizado con azules intensos. La relación estrecha del Dr. Atl con los volcanes resumía su propia visión del mundo y al mismo tiempo, reforzaba una de las construcciones arquetípicas nacionales por excelencia.